lunes, 25 de febrero de 2013

Sobreviviste a los dinosaurios... hasta que te encontraste conmigo

Así fue lamentablemente como tuve mi primer encuentro cercano con doña cucaracha, en la comodidad y paz de mi pulcro hogar.

Imaginensé mi grado de psicopatía con estos pequeños e invencibles insectos, que en un dto. de 2 ambientes, y 45 mts tengo SIETE CEBOS RAIDS, SIETE!

Uno atrás de la heladera, otro atrás de un revistero... otro en el baño, otro en el mueblecito bajo cocina, otro en el vestidor, y el resto ya me olvidé porque los puse en un momento de éxtasis a lo tercera guerra mundial, "Joe contra el volcán" y hasta "Querida encogí a los niños".


En fin, volví de un mes entero de estar afuera.. y antes de irme tire Raid absolutamente en todos los rincones, porque podré olvidarme el gas abierto pero jamás daría por sentado el cuidado ante esta raza superior.

Habían venido mis amigas a cenar.. y les soy sincera, estaba empezando a perseguirme con mis miedos nocturnos sin sentido, de esos que se aferran a Scream 1, 2, 3, 4 y 5 y te hacen creer con seguridad que en cualquier momento te suena el teléfono y te dicen: HELLOU POCHIN.
Terminé de acomodar la casa, lavé los platos y me vine a acostar.

De hecho me puse la crema en la carucha rápido porque.. ja.. tenía miedo! IDIOTA! lo peor estaba por ocurrir.

No sólo fue traumático el encuentro, sino la forma en que se dio...


Ya de por sí es jodido despertarse con alguien a tu lado que además de no compartir absolutamente nada, te ronca o babea... pero peor es levantar la almohada de esa persona que ni siquiera existe, y encontrar una pequeña cucaracha APLASTADA Y SECA!!!

Dónde se vio tanta mala leche junta? Es como el equivalente a una cargada... faltan telarañas? Eso me quieren decir? Es un aviso amenazante? Buscáte un novio porque te comen los insectos?


En fin, llamé a mamá... mamá se estaba bañando (ya me lo había dicho 5 minutos antes).
Digo: bueno, sin mamá, vamos vos podés levantarla! Pero cómo? Con un papel ni en pedo, el contacto es bastante cercano... ya fue! La palita de la basura! Qué impresión!
En el interín suena el teléfono que tenía en la mano (alto sogaca, pero pasamos desapercibidas), era mamá que claro! Habrá pensado que mi vecino se convirtió en Jack Torrance y ya estaba por abrir el picaporte luego de romper la puerta con un hacha al grito de: Little pig, let me come in!

No.. le conté, se empezó a reir, y con ella al teléfono pude llevar a la "pequeña" hasta el inodoro.

Moraleja trillada: "Todos somos valientes hasta que la cucaracha vuela..." en mi caso particularmente, no hace falta que vuele..

Moraleja parte 2: Quizá necesite un novio que mate cucarachas y cambie alguna que otra lamparita quemada.

lunes, 26 de noviembre de 2012

De sombras y monstruos...

Era obvio que algún día me iba a cagar toda. No podía vivir metida en el bosque de la Bella Durmiente, en donde los pajaritos de colores volaban a mi alrededor mientras yo me extendía por la casa cantando.

Hay días bastante... jodidos. 3 AM, insomnio, ojos cual dos de oro y empezas a darte manija.
Te pones una peli cómica para distraerte pero te vuelve la jeta de Emily Rose contorsionada al costado de la cama, o flasheas que te aparece alguien del más allá para retarte por algo. Estamos jodidos.

Soy macho! Vamos, no hay porque temer! Women at the power! (Como dice mi lata de galletitas)

Pero remontandome al título de mi posteo de hoy, una querida amiga me regaló un texto muy lindo que quiero compartir.

Ya que hablamos de monstruos...

Falla de seguridad

"Todos tenemos un monstruo o un fantasma adentro que no nos gusta, entonces creamos un sistema de seguridad para que no se note. Mantenemos el monstruo agarradito para que no salga ni se vea. Pero a veces el sistema de seguridad falla y el monstruo ingresa, y ahí quedamos expuestos.
A veces eso que tanto queremos ocultar queda a la vista y nos avergüenza. Nos sentimos desnudos, sentimos que todos ven lo que en verdad somos, y somos algo que odiamos.
Como si hubiera un Mr. Hyde en nosotros, como si el verdadero ‘yo’ fuera otro, y eso asusta. Nos asusta que falle el sistema de seguridad, que Mr. Hyde se desate y haga alguna locura.
Vivimos alertas, atentos, vigilando el monstruo. Y así creamos mecanismos, defensas, nos aislamos, todo para que ese supuesto monstruo no salga a la luz.
Cualquier cosa que nos saque del lugar seguro nos da miedo. Nos da miedo lo nuevo porque puede provocarnos cosas desconocidas. Odiamos a nuestro monstruo porque desea justamente las cosas que nos dan miedo. Queremos esconder a toda costa esa parte nuestra, esos deseos que nos inquietan.
Son deseos que supuestamente no tendríamos que tener y nos esforzamos por reprimir. Son deseos que nos dan culpa, vergüenza. Deseos que van en contra de la moral, de lo que debe ser.
Nos odiamos cuando nos dominan las pasiones. Nos odiamos cuando todos ven eso que queremos ocultar. Odiamos las fallas de seguridad, esos huecos que nos desnudan y muestran nuestras miserias. Pero la verdad es que a todos nos pasa lo mismo, todos tenemos un monstruito adentro ¿y sabés que hay que hacer con eso? Reírse de él. Ridiculizarlo, perderle el respeto y el miedo. Reírnos de nuestras cosas oscuras.
Aceptar quienes somos, reírnos de nuestros miedos. Ridiculizar nuestros fantasmas. Reírnos a carcajadas de nuestras miserias. Permitirnos ser quienes somos y desear lo que deseamos. Bajar las defensas, aceptar las fallas de seguridad, y dejar que Mr. Hyde salga, porque en definitiva ese monstruo es también quien somos."

jueves, 13 de septiembre de 2012

Cuando pasa la emoción de la cena casera...

Es un tema eh... el primer mes una de siente Max Casal en su cocina.. pero la cosa va amainando.

Esas ganas de jugar con ollas, cacerolas, delantal, cucharones, y la típica copa de vino para darle glamour, desaparecen del mapa cual María Leal después de "Grande pá".

Esta semana me vi envuelta en la espiral de los congelados/pasta en paquete lista para comer/sopitas quick y  mucha gelatina light.

Verán, estos meses de desaparición (pido disculpas) se los atribuyo a un GRAN período de adaptación a mi  vida nueva y casa nueva, que por suerte resultó exitoso.

En el medio, como les conté, fui la versión femenina y un poco menos canosa del gato dumas.. y de hecho gracias a mi ansiedad llegué a estar 10 kilitos arriba.


Estamos en proceso eh, los voy a bajar...

Esta semana me compré el ABTRONIC jajaja en grupon, genial, me lo puse y casi quedo electrocutada.


Vamos queriendo, espero que vuelvan las ganas de cocinar con ímpetu...




El diámetro... ¿se toma desde centro o toda la diagonal?

Dudas, inquietudes... nuevos conceptos, todo llega de la mano cuando te mudas sola.

Pregunto cosas tan huecas que inmediatamente siento el real sellazo en la frente con la L de LOOSER cual vaca marcada.

El otro día fui al mercado a comprar algunas especias porque quería sorprender a mi novio con HUMUS DE GARBANZO (como parte de una comida Armenia). Resulta que necesitaba COMINO...
Bien, comino la única vez que la escuché nombrar fue en la legendaria y bastante renacentista frase "me importa un.. COMINO", quién podría saber que es una especie?

En fin, llego al puesto, una señora mayor muy agradable me atiende, pedí primero pimienta roja, que sabía que venía en polvo SI o SI, y finalmente dejé el comino de mi incógnita...

Jovencita recién mudada sola: -Y también necesitaría comino-

Señora mayor agradable mercado: - Cuánto querés? -

(me cagó... vendrá en polvo, serán semillas, serán nueces como la moscada?)

Jovencita recién mudada sola y ya un poco avergonzada: - Je... ¿Cómo viene? Me mudé sola hace un mes y bueno, estoy incursionando en esto... de la cocina.. - (DEJÁ DE HABLAR PIBA!)

Señora mayor agradable mercado: - Tenés bolsitas de 100 gramos... o sino.. -


En fin, compré comino y de la mano de la señora agradable descubrí una nueva especie que encima está re buena...

¡No duden en preguntar! De última siempre tendrán la excusa de la ignorancia.



martes, 8 de mayo de 2012

Ser o no ser (vintage)... ¿cómo decorar?

Y ahora empezó el gran dilema del hemisferio hueco de mi cerebro de rubia... (puedo ser un AS en muchas cosas pero los deslices ocurren inevitablemente a veces).

Sábado de revisión de necesidades decorativas. Así lo llamé porque en realidad no iba a comprar directamente, ya que ni siquiera sé lo que busco.

Encaramos Avenida Belgrano con mi señora madre, y empecé a buscar que una luz en el horizonte o el mismísimo ángel de las madereras bajara y me dijera cómo decorar, qué colores utilizar, combinaciones y hasta donde encontrar precios accesibles.

Pasé por el impulso de casi casi comprarme un sillón muy Betty Boop, me contuve... tengo tiempo para decidirlo.
En otro momento apreté fuertemente los ojos para no largar un pequeño esbozo de llantito... (el tipo de llantito de cuando te rompés una uña o se te corre la media nueva Silvana de 80 pe... las mujeres entenderán)
Y finalmente al llegar a casa seguí buscando opciones por internet.

Nadie me dijo que esta era la parte más difícil... no estaba lista.

El cuarto ya está casi decidido, elegí una cama estilo Tailandesa, de esas que a los costados le sobra madera, divina, hace juego el tono de esa madera con el del vestidor... pero tampoco me casé con nadie, sólo vi opciones y precios.
Es decir, hasta el día de hoy pienso que voy a dormir mis primeros días en un colchón inflable... muy triste la imagen, gracias a Dios que el piso es calentito porque tiene losa.. sino ¡te la regalaba!

¡Pero la mayor problemática reside en el living! Es grande y luminoso, con lo cual estoy jugada... si lo decoro mal quedo expuesta que mis vecinos pueden llegar a sentarse a cenar frente hacia mi, mientras me señalan a lo Nelson Muntz gritando para que se escuche al otro lado de la calle: "HAW HAW".

"Por otra parte debería seguir a mi corazón y hacer lo que me plazca" (cagamo! ya me puse espirirtual).

En fin, mi hormonas no me permiten pensar con claridad, en vez de decorar una casa pareciera que estoy decidiendo si casarme o tener 4 hijos en vez de 1.

Adeu.

domingo, 6 de mayo de 2012

Vi "mucha" luz y llamé...

"Sólo quiero que sea luminoso, no me importa si mide 7 x 7"...
Y así comenzó mi aventura selvática de la búsqueda de un departamento medianamente aceptable en Capital Federal...

Después de mucha investigación, ansiedad, decepciones, de gente que creyéndose dentro de Jumanji ¡¡¡me puenteó literalmente para ganarme un departamento!!! y de mucha fe que mi casita indicada estaba por llegar, conseguí el departamento más hermoso de Capital, sí.. así es, es el más hermoso (tengo complejo de madre primeriza cuyo bebé es PELUDO hasta la espalda pero igual lo ve hermoso).

Un viejo y queridísimo amigo me envío el link de una página que juro jamás supe que existía (esto habla muy mal de mi rol como detective de bienes raíces), y al abrirlo me di cuenta que esa TENÍA QUE SER MI CASA.
Fue una media mañana en la ofi, un miércoles post feriado de esos bieennn lunes, de hecho hacía unos minutos había declarado públicamente "¡qué mañana de mierda!". Me apresuré a llamar dejando en el escritorio un documento a media inspiración y me atendió un muchachito bastante cheronca ya por su voz... tengo que decirlo, prejuzgué al joven que luego resultó demostrar seriedad e integridad en la descripción de cada detalle de la casa, y además, era el hijo del dueño de la inmobiliaria, "me inclino ante ti señor hijo de dueño de inmobiliaria... y de paso meté fichas para que este depto. sea mío".

Concertamos la entrevista a las 17:30, corrí al despacho de mi jefa para avisarle que tenía que irme antes porque "¡había encontrado la casa de mis sueños!" (muy jugada la piba), y guardé en un pen drive el trabajo que me iba a quedar pendiente para terminar en casa luego.

La tarde pasó como un chicle bola de esos que pierden el gusto a los 3 minutos, 14´´ de masticado pero luego su densidad se hace cada vez más pesada y dura a la mandíbula.
Y durante ella, imposibilitada para concentrarme, me dediqué a contemplar las fotografías de mi futura casita, cual adolescente con imágenes de Justin Bieber.

Me tomé un taxi a las 16:45 y llegué obviamente quince minutos antes, los cuales me sirvieron para experimentar la cuadra.
Mucho encargado de edificio chusma, me miraban como si fuera Bin Laden en la puerta de una ORT, pero yo de todas maneras seguí en la mía, mirando el balcón, ¡MI FUTURO BALCÓN!, contemplando el restaurant de la esquina, y la verdulería en diagonal... ¡completito!

Estacionó el 206 cheronca y bajó el "chico de voz cheronca hijo del dueño, amén".
Nos saludamos y subimos enseguida, no me daban las patitas de ansiedad...

Entré y de la mano de Kurt Cobain vivenciamos el Nirvana... ¡era luminoso y estaba muy lejos de medir 7 x 7!". Divino, grande, moderno, bien terminado, nada de paredes de telgopor... y la frutilla del postre, ¡tenía VESTIDOR!

Traté de disimular mi genuina e inocente exaltación pero cuando me dijo que después de mí iban a verlo otras personas le grité practicamente "¡NO, ES MÍO ESTE, NO ME CAGAN MÁS DEPARTAMENTOS!" (y así fue como perdí voz y voto en la posterior negociación de precio - parte 1).
Chico cheronca me preguntó si tenía seña, pero ese día yo no tenía la más pálida idea de que iba a terminar así, entonces corrí las cinco cuadras a casa, agarré seña y me tomé un taxi avión a la inmobiliaria, también en el barrio pero más alejada.
Llegué casi sin aire, y el dueño, padre el chico con voz cheronca, es decir, Dios, me saludó muy cordialmente.
Una vez más traté de disimular mi ansiedad pero mientras estábamos completando el pre contrato/recibo de seña atiné a sacar la plata y me frenó en seco: "después me la das, no te preocupes" (parte 2 de "perdí mi voz y voto en cualquier insinuación de negociación de precio posterior").

Así fue como señé mi futura casita... a la que me mudo en algo así como un mes y que este primer fin de semana pude darme cuenta lo estresante que será descubrir el mundo de la decoración.